Vecinos del barrio reclaman por el pésimo estado de los caminos de la zona, a lo que se suman los basurales a cielo abierto. Piden urgente solución al Municipio capitalino.



Si se tiene una urgencia, mejor que nunca la tenga, sobre todo si vive en el barrio Juan XXIII, ante el mal estado de las calles, ningún automóvil puede ingresar a la zona y muchos han quedado “estancados” en el intento. Es por ello que un grupo de vecinos indicaron a época que además hay importantes complicaciones para el tránsito en motocicletas, razón por la cual los motociclistas optan por circular por las veredas ocasionando un peligro latente para los vecinos que se sientan en sus veredas o para los niños que rondan el lugar. Una de las vecinas comentó que tampoco pueden circular los patrulleros y directamente las ambulancias no lo hacen.


Basurales de nunca acabar
Como si esto fuera poco, en la intersección de la calle Cabo de Horno y avenida Argentina (por sólo nombrar un espacio de los tantos que se observaron) hay un basural a cielo abierto, que “es peligroso para la salud de los que habitan en la zona”, indicaron los vecinos. De acuerdo a los datos que proporcionaron a este medio, la situación viene desde hace cinco meses. En cercanías al basural hay un comedor barrial y los niños que asisten al mismo deben soportar un olor nauseabundo, sin obviar los efectos que pueden traer para la salud de ellos.

Viernes, 13 de enero de 2017