El Xeneize consiguió su tercer triunfo consecutivo, en Mar del Plata.
Di Lollo y Battaglia, de cabeza, convirtieron los goles.
Los de Miguel Ángel Russo sumaron su tercer triunfo consecutivo y se afianzan tanto en el Grupo A como en la tabla anual.
Con cabeza lo ganó Boca. No porque haya planteado un partido inteligente en Mar del Plata; sino porque resolvió la marca personalizada de Aldosivi con dos cabezazos en dos momentos oportunos. Con el 2 a 0, los de Miguel Ángel Russo sumaron su tercer triunfo consecutivo y consolidan así su presente después de haber cortado la sequía. El Tiburón se atascó en la rede del fondo de las tablas, todavía no ganó en el Torneo Clausura y se fue silbado por su público.
El partido estaba más opaco que la tarde marplatense para Boca en un estadio José María Minella abrazado por una incesante garúa que formaba una nube eterna estacionada sobre el campo de juego. La poca visibilidad tampoco hizo perderse mucho de lo que pasó sobre el irregular pasto de la cancha, porque de hecho no pasó demasiado en un encuentro parejo por la presión local y la falta de claridad visitante.
Sin embargo, a exactamente tres segundos del entretiempo, la cabeza de Luciano Di Lollo alivió a Russo y compañía porque destrabó un duelo embarrado, entre infracciones, choques e imprecisiones varias. El defensor de 21 años se había quedado dentro del área rival porque la jugada de ese gol derivó de un tiro de esquina de Leandro Paredes. El arquero Jorge Carranza cortó bien pero salió apurado y mal con la mano. La dejó larga y le dio la chance de cortar a un atento Carlos Palacios. El chileno mandó el centro a la frente de Di Lollo, zaguero devenido en goleador xeneize.
Se armó: Cabral se agarró con Paredes.
Foto: Diego IzquierdoSe armó: Cabral se agarró con Paredes. Foto: Diego Izquierdo
Hasta ahí, Aldosivi le había puesto las cosas dificultosas a Boca. El bañero Charlier buscó ahogarle la salida a los de la ribera y lo logró en gran parte. Apenas una jugada de riesgo había tenido el equipo de Miguelo en la primera parte: un quite de Ayrton Costa tras un lateral ofensivo del Tiburón, un envío largo para la corrida al espacio de Miguel Merentiel, la asistencia al medio par Brian Aguirre y el cierre justo a tiempo de Ignacio Guerrico. Más allá del cambio obligado en el fondo por la lesión de Marco Pellegrino (jugó Costa en su lugar), Russo le dio continuidad un once, pero el juego no fluyó en el medio.
Tampoco es que el cuadro costero generó sus chances. Un remate de Tobías Cervera que contuvo Agustín Marchesín fue lo único de peligro que produjo Aldosivi, más preocupado por no dejar jugar a Boca que por buscar el arco de enfrente. La acosadora marca de Federico Gino sobre Paredes fue efectiva y le impidió al campeón del mundo poder ser el conductor de la visita.
De hecho, la tendencia se mantuvo en la segunda parte y como Gino estaba amonestado, e que se le pegó Paredes fue el ingresado Tobías Leiva. Los marplatenses le rodearon el área a Marchesín. Y los de azul y oro seguían sin encontrar la manera de hacer circular la pelota. Tiago Serrago tuvo el empate y Marchesín puso las manos firmes para evitarlo.
Aldosivi y Boca jugaron un partido de mucha pierna y poco fútbol que destrabó la visita con dos cabezazos.
Foto: Diego IzquierdoAldosivi y Boca jugaron un partido de mucha pierna y poco fútbol que destrabó la visita con dos cabezazos. Foto: Diego Izquierdo
No aprovechó su momento en la tarde, Aldosivi. Y Boca es Boca, como suele decir Russo. Y Boca, este Boca que se siente más confiado, sí no te perdona. Paredes empezó a encontrar algún que otro espacio pese a tanta fricción. Dio un lindo pase de tres dedos a Edinson Cavani, que controló más y desechó un gran chance.
Con el panorama complicado desde el juego, la pelota parada y la gran pegada de Paredes resultaron la clave para liquidar el resultado. De un córner, esta vez el cabezazo ganador fue de Rodrigo Battaglia, que saltó con llamativa libertad dentro del área de un Carranza que dudó en salir.
Con cabeza, Boca se afianza.
Domingo, 31 de agosto de 2025
