El Aurinegro, último en la tabla de promedios, no se resignó y se quedó con los tres puntos en el quinto minuto de descuento. Se puso en ventaja a través de Andrés Franzoia, pero la Crema empató con un penal de Darío Gandín. Al final, Martín Rolle lo ganó desde los doce pasos.
Olimpo derrotó este lunes por 2-1 a Atlético Rafaela y cosechó tres puntos importantísimos para su ilusión de salir de la zona de descenso directo y vitales en lo anímico, por expresar justicia en el marcador después de haber sufrido hasta el quinto minuto de descuento.
El conjunto de Héctor Rivoira fue el que tomó las riendas del encuentro, jugó mejor y coqueteó siempre con el arco contrario. Con Ariel Rosada, Martín Rolle y Andrés Franzoia muy movedizos y ambiciosos, el local fue con todo empujado por sus necesidad. Aunque careció de definición y tuvo que esperar hasta el final para desahogarse.
Franzoia arrancó el encuentro con dos apariciones por izquierda; en una se topó con Guillermo Sara y en la otra, mano a mano con él, disparó alto. Después, Federico Mancinelli remató al palo y Gabriel Díaz tiró el rebote por arriba. Hasta que a los 19 minutos Franzoia apareció por derecha y enganchó para quedar cara a cara con Sara, al que batió con un tiro al segundo palo.
Tal vez el pecado bahiense haya sido dejar de pisar el acelerador tras la ventaja inicial, lo que permitió que los de Carlos Trullet pudieran hacer pie por primera vez en el desarrollo con la tenencia de Walter Serrano e Iván Juárez y la peligrosidad latente de Darío Gandín. Primero Alexis Castro se topó con Matías Ibáñez y luego Pablo Díaz cobró un penal de Ibáñez sobre Oscar Carniello, que entraba por la derecha. Gandín lo ejecutó con un débil toque a la izquierda del arquero, que eligió el otro palo, y la igualdad fue un hecho.
Recién entonces el deuño de casa se acordó de lo que había logrado cuando fue a fondo, y volvió a la carga por el segundo. Franzoia, desde la izquierda, remató al palo, y en el rebote Lucas Bovaglio le sacó el tiro a Julio Furch.
En el complemento, el local siguió batallando por su ansiada ventaja en el marcador, aunque con el correr de los minutos perdió claridad e ideas. La más clara la tuvo Franzoia, que tocó afuera el balón tras un centro de Rolle. Después, y pese a dominar la pelota y los tiempos, no pudo crear mayores peligros. Y podría haber caído con un zapatazo desviado del ingresado Sebastián Carrera.
Pero el desenlace tenía reservada una sorpresa. Corría el minuto 48 cuando Carniello le dio una patada en el pecho dentro de área al ingresado Nicolás Pavlovich. El juez no lo ignoró, y un minuto más tarde Rolle convertía el segundo desde los doce pasos con un disparo a la izquierda de Sara. El estadio estalló así en un grito de esperanza. Olimpo demostró que no estaba muerto, cuando aún restan muchas batallas para torcer su suerte.
Martes, 6 de marzo de 2012
