Ocurrió en una celda de aislamiento. Tres reclusos se enfrentaron con armas blancas y resultaron lesionados. Uno de ellos recibió dos puntazos en el tórax, otro un raspón en la pierna y el tercero presenta heridas superficiales.



La convivencia entre reclusos de la Unidad Penal Nº1 no es la ideal y tres de ellos se trenzaron en una reyerta con armas blancas de fabricación casera. Uno de los contrincantes recibió dos puntazos en la zona del tórax y debió ser derivado al Hospital Escuela, donde quedó internado por varias horas. En tanto, otro recluso sufrió heridas en las piernas y lo atendieron en el Penal. Por su parte, el agresor fue separado y no habría resultado con graves lesiones.

El jefe del Servicio Penitenciario Provincial, inspector Hugo Molina, destacó la rapidez con la que actuó la guardia para evitar un hecho más grave que incluso puedo haber terminado de manera lamentable.

Con respecto a los incidentes ocurridos en la alcaldía de la Comisaría Séptima, el padre de uno de los internos denunció públicamente en este medio que tanto su hijo como los demás reclusos son constantemente maltratados por la guardia penitenciaria, y desmintió a la vez algunos dichos por el jefe del Servicio Penitenciario y la presencia en el lugar de la jueza de Me-nores, doctora Irma Domínguez.

Según los datos aportados por el jefe del Servicio Penitenciario, la reyerta ocurrió el martes, a las 10, en el pabellón de aislamiento ubicado de la Unidad Penal Nº1 de la capital correntina, ubicada por avenida 3 de Abril 57, lugar donde están alojados los condenados varones.

Debido a la mala convivencia y riñas anteriores, tres reclusos identificados como Miguel Romero, Montenegro y Morales se enfrentaron en una gresca que incluyó el uso de armas blancas de fabricación casera, comúnmente denominadas facas.

En la pelea que se prolongó por varios minutos, Miguel Romero recibió dos puntazos en la zona del tórax, en tanto que Montenegro sufrió una lesión en la pierna y Morales resultó con heridas superficiales.

La guardia actuó de manera rápida y evitó que la reyerta terminara en un baño de sangre y con un saldo fatal. Los agresores fueron separados. Romero, que resultó con graves cortes, fue derivado al Hospital Escuela, donde tras ser asistido quedó internado en observación.

“Luego de unas cinco horas le dieron el alta médico y regresó al Penal”, dijo el Servicio Penitenciario.

Por su parte, Montenegro y Morales fueron asistidos en el lugar ya que las lesiones no revestían gravedad. Controlada la situación los guardias cárceles secuestraron las facas, armas empleadas en el ataque. Los protagonistas de la gresca ya fueron separados y reubicados en otras celdas.

“Son problemas que surgen y son propios de las cárceles, sobre todo en estas personas que tienen mala conducta”, explicó el inspector general Hugo Molina.

Jueves, 3 de mayo de 2012