Cerca de las 20, un grupo de más de 50 personas se acercaron a la intersección de Quintana y Santa Fe buscando que algún funcionario los escuche.
La intención de los afectados fue cortar por unos minutos el tránsito para que se tome conocimiento de la situación de indefensión en la que se encuentran.
Cuando el sol cayó, en la zona de Quintana al 1600 no se entendía muy bien qué pasaba. Peatones y conductores que pasaban por el lugar no sabían por qué tanto bullicio. Luego de ver los carteles, la incógnita se develó. Hartos de ser víctimas de robos, arrebatos y agresiones en la vía pública o a sus viviendas, un grupo de vecinos del céntrico barrio La Rosada y las inmediaciones decidió armarse de carteles y pancartas para intentar ser escuchados.
La intersección de las calles Santa Fe y Quintana se convirtió en el “centro del cacerolazo”, en el marco de un reclamo por inseguridad en toda la zona.
En medio del bullicio, una vecina contó que el viernes “hubo una seguidilla de cascotazos” y que también en los últimos días, delincuentes entraron a una casa ubicada por la calle Quintana.
“Entran cada dos por tres (a robar)”, señaló una vecina ofuscada con una olla en la mano, la misma mujer comentó que hace un año ingresaron y desvalijaron su casa por segunda vez. “La Policía no se hace cargo y no se encuentra nada”, dijo.
Un vecino de la calle Lavalle también afirmó ser víctima de un robo, cuando delincuentes ingresaron y se llevaron varios elementos de su vivienda. “Por un tiempo la Policía patrullaba la zona pero después dejo de asistir. Hoy estamos en contra de la inseguridad” agregó al contar su situación.
Miércoles, 7 de noviembre de 2012