Otro factor radica en que las parejas conviven antes de casarse, por lo que ya tienen la casa equipada. Persiste la demanda de artículos de decoración.Afrontar los gastos para un casamiento no sólo involucra el atuendo necesario para poder asistir, sino que se debe llevar un presente a los futuros esposos.
El tipo y precio de regalo dependerá del compromiso social con los novios, por lo que en las casas de decoración en las que éstos eligen sus regalos, se dividen entre aquellos que se entregan por haber sido participados en la ceremonia civil y/o religiosa, y aquellos que se darán por las invitaciones a la fiesta de boda.
De todas formas, "más allá de los artículos y su grado de importancia social, respecto a 2011 aumentaron hasta el 70 por ciento", aseguraron a EL LIBERTADOR propietarios y empleados de comercios del rubro.
Los aumentos fueron progresivos, por lo que los hábitos de las parejas para contraer enlaces sufrieron modificaciones.
"Desde hace seis años que las listas de casamientos empezaron a ser cada vez menores", comentó Mariana, encargada de un local ubicado por la calle San Juan.
"Ahora como mucho suele haber cuatro listas al mes cuando antes la cifra se triplicaba, pero no porque la gente haya dejado de casarse, sino porque la mayoría convive y ya tiene todo lo que necesita", agregó.
Desde los distintos negocios dedicados al rubro, sus empleados coincidieron en que las listas cada vez son menores y que por lo general, contemplan objetos de decoración para el hogar.
"La necesidad económica de las parejas es lo que define el tipo de productos que se contemplarán en las listas", destacó Mariana. En este sentido especificó que "aquellos con ingresos más elevados optan por los objetos que no van a salir a comprar, mientras que los más humildes eligen artículos que serán necesarios, como utensilios de cocina".
Por su parte las empleadas de un comercio ubicado por calle 9 de Julio casi Mendoza señalaron que "el otro factor que determina es el ingreso de los interesados en comprar los regalos".
Las condiciones económicas inciden a la hora de confeccionar las listas de casamientos, ya que progresivamente dejaron de ser cerradas y específicas para ser abiertas, es decir, "que se les comenta a los invitados qué es lo que les gustó a la pareja, pero ellos llevan lo que pueden comprar".
CAMBIABLES
"Las parejas más emocionadas eligen todo lo que está disponible en el negocio", comentaron las empleadas del local ubicado por 9 de Julio. En este sentido orientar a los invitados es más fácil, "aunque la única condición es que no se repitan los regalos", agregaron en coincidencia con lo expresado en otros negocios del mismo rubro.
Sin embargo las fuentes consultadas destacaron que "los invitados, más allá de la orientación, llevan lo que a ellos les gusta o les parece acorde a lo que pueden gastar". La excepción está dada en aquellos que asistirán a la boda y "forman parte del grupo familiar, por lo que se organizan entre varios para comprar un sillón o un juego de mesas y sillas", aseguraron las vendedoras.
Por su parte, los regalos no elegidos no representan una problema para la pareja, "ya que la mayoría lo cambia por lo que quiere o devuelve cada obsequio para llevarse algo de mayor valor", explicó Mariana.
Inversamente al precio de los productos, las ventas y la demanda bajaron considerablemente para los trabajadores del rubro. Más allá de que la cantidad de listas disminuyan progresivamente, "no dejarán de hacerlas, porque elegir artículos en un mismo lugar permite a las parejas cambiarlos parcial o totalmente por un producto más grande", finalizó Mariana.
Miércoles, 14 de noviembre de 2012
