Hace siete años comenzó la siembra en San Miguel y con el paso del tiempo el cultivo se extendió. Ahora, cientos de familias cuentan con plantaciones también en las jurisdicciones de San Luis, Itatí, San Cosme, Empedrado y Saladas.
La Apppc, la Asociación Juan XXIII y la cooperativa “Taraguí” son los encargados de brindar asesoramiento y gestionar ante Nación la instalación de plantas destiladoras para obtención de alcohol anhidro.
Familias de pequeños productores de al menos unos 10 municipios correntinas están cultivando caña de azúcar en el marco de un proyecto que desde el 2006 impulsa la Asociación Provincial de Pequeños Productores Correntinos (Apppc), la Asociación Correntina de Desarrollo Humano, Agropecuario y Agroindustrial Juan XXIII y la cooperativa Taragüí. Actualmente, lo cosechado se transforma en miel de caña, azúcar rubia -en menor volumen- y forraje para animales, pero siguen realizando gestiones a nivel nacional para lograr el objetivo final que es la instalación de plantas para industrializar la producción y obtener así biocombustible. Pero desde las entidades involucradas en el proyecto que pretende darle un valor agregado a la producción, manifestaron a El Litoral que gestionan ante Nación la instalación de una o dos plantas medianas para generar biocombustible.
Precisamente, en esta etapa buscan avanzar para cumplir con una meta que se fijaron el 29 de agosto de 2006 cuando arribó a Colonia Caimán (San Miguel) el primer camión con semilla de caña de azúcar.
Iniciándose así el cultivo de lo que pretenden un futuro no muy lejano se convierta en la materia prima para producir etanol. En este marco, recordaron que tras la primera siembra “vinieron muchos camiones más, los cuales también eran parte del mismo proyecto motorizado por la Asociación Provincial de Pequeños Productores Correntinos (Apppc) junto a la Asociación Correntina de Desarrollo Humano, Agropecuario y Agroindustrial “Juan XXIII “y la cooperativa agropecuaria Taraguí.
Cada una de las organizaciones cumple un rol fundamental en la propuesta para mejorar la calidad de vida de los agricultores. La Apppc, que tiene socios en diferentes lugares de la Provincia que trabajan en forma asociada hace más de 20 años. A esto, la asociación “Juan XXIII y la cooperativa agropecuaria Taraguí suman su acompañamiento con asesoramiento en aspectos técnicos, de industrialización y socio-organizativos.
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Con esta estructura basada en un trabajo mancomunado es que gestionan el financiamiento para la apertura de una o dos plantas medianas destiladoras para la obtención de alcohol anhidro para biocombustible. En este punto destacaron que “el Gobierno nacional acompaña esta iniciativa y ha comprometido su aporte para dicha instalación”. Al mismo tiempo agregaron que “la industrialización se realizaría a través de la cooperativa Taragüí, cuya finalidad es que el producto final (alcohol) sea propiedad de los campesinos organizados”.
Mientras buscan obtener los recursos económicos necesarios para dar valor agregado a la producción, en la actualidad cientos de familias de pequeños productores que residen en los departamentos de San Miguel, San Luis del Palmar, Itatí, San Cosme, Empedrado y Saladas ya cuentan en sus chacras con caña de azúcar que la utilizan para elaborar miel, azúcar rubia y forraje para venta y consumo de sus animales.
“Son más de 10 los municipios que se encuentran involucrados en este proyecto y Corrientes cuenta ahora con la semilla necesaria para multiplicar superficie de siembra para abastecer la planta destiladora, prevista en el proyecto global”, subrayaron en diálogo con El Litoral. Y recordaron que “esta actividad es promocionada y respaldada por políticas de estado. Precisamente, a nivel nacional existe una ley de biocombustibles Nº: 26.093, la cual además, establece el autofinanciamiento de la actividad por el adelanto del IVA y Ganancias, descontándose de los impuestos. Mientras que en la provincia, contamos con la ley N 4.677, que declara de interés provincial la plantación e industrialización de la caña de azúcar”.
Una oportunidad para los agricultores
Desde la Asociación de Pequeños Productores Correntinos (Apppc) expresaron a este medio que “este proyecto posibilita que una familia campesina, hoy con pocas chances para quedarse, encuentre una alternativa concreta para vivir en el campo, ya que no tiene buena rentabilidad la producción primaria, sino porque además, esta se puede industrializar, cuyo producto final también es propiedad de la misma familia que produce la materia prima”. Señalaron en este punto que a su vez “en la provincia tenemos disponibles más de un millón de hectáreas para la siembra de caña de azúcar”.
En tanto indicaron que “la cooperativa Taragüí, es una herramienta muy importante para iniciar la otra etapa del proyecto, que es la industrialización de la caña de azúcar para la obtención de alcohol anhidro y subproductos”.
Jueves, 2 de mayo de 2013