En medio del peligro, habitantes de las 536 Viviendas se “engancharon” a las luminarias. Son al menos diez las casas que padecen el problema desde el domingo 16 de marzo. El sistema se habría dañado por el impacto de la lluvia en los cableados subterráneos.
Un inmenso malestar sienten los vecinos de las 536 Viviendas del barrio Islas Malvinas de esta ciudad, dado que se encuentran sin suministro energético hace una semana y en virtud de ello, tomaron la decisión de conectarse de manera ilegal a las luminarias, con el argumento de que no reciben respuestas de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC).
El hecho se da en medio de un conflicto entre personal del ente provincial y el Gobierno provincial por reclamos salariales.
Se trata de la manzana 102, Sector Norte, que está afectada desde el domingo 16 a la madrugada por falta de energía. La zona está delimitada por la avenida El Maestro y Cosquín, en cercanías al polideportivo techado.
En diálogo con época, los vecinos, argumentaron que los problemas habrían surgido por el impacto del cúmulo de agua en las conexiones subterráneas, tras la lluvia caída la semana pasada.
Lo cierto es que recurrieron a operadores del servicio que se encontraban de paro en el ente provincial y se conectaron a las luminarias, representando un peligro extremo, dado que los arreglos provisorios están atados con cinta aisladora y al alcance de niños.
En virtud del contexto, época recorrio la zona para recabar los testimonios y se detectó la presencia de una población con prevalencia de adultos mayores. También se observó la impotencia de quienes padecieron las pérdidas económicas en sus kioscos.
Walter Espinoza fue uno de los primeros en dar a conocer su testimonio. Él junto a su madre de 83 años y un hermano insulino dependiente comentaron los avatares de vivir hace una semana sin luz. “Todo fue a causa del agua. Esta zona se inundó por completo la semana pasada y reventaron las conexiones subterráneas. Todos los vecinos estábamos con el mismo problema, pero a algunos les solucionaron y a nosotros no”, dijo a este diario la mamá de Walter.
Marta, vecina de la mujer octogenaria, coincidió con ella al aducir que los inconvenientes surgieron a raíz de una inundación en el barrio. Por su parte, Rivero De La Cruz, otro de los afectados, comentó a este medio que, a raíz del inconveniente no tuvieron más solución que organizarse entre los vecinos para encontrar una solución al problema y así fue que decidieron conectarse a los postes.
“Vinieron el domingo a la madrugada, y nos indicaron que no podían intervenir y dejaron el problema como estaba. Resulta que llovía y nos teníamos que bañar con agua fría. Acá hay abuelos, chicos discapacitados, gente con negocio que perdió toda su mercadería”, sostuvo por su parte Juan Carlos Castillo, también propietario de un kiosco ubicado en la zona.
En ese contexto, los damnificados indicaron que no les quedó otra alternativa que conectarse a las farolas y recurrir a los medios de comunicación para lograr solucionar el problema.
Para Matilde, una mujer que vive con su papá Isaak Navarro hace más de 30 años en la zona, esta situación representa un peligro para el hombre. “Por suerte no hace tanto calor, pero él quiere ir al baño a la noche, tiene que bajar escaleras y se puede caer, porque es un hombre grande”, manifestó Matilde.
Se trata de una zona cuyas viviendas fueron entregadas hace 34 años. Aseguran que las construcciones son deficientes e inundables por la falta de limpieza de los desagües.
Miércoles, 26 de marzo de 2014
