En las fiestas patronales de Ramón Nonato, la capilla ubicada en el barrio Popular, recibió a cientos de embarazadas, madres con bebes en brazo y niños, se acercaron a cumplir su promesa o elevar un pedido. Algunos presentes conversaron con El Litoral y brindaron sus experiencias de fe y sanidad.




Los preparativos comenzaron semanas atrás con la novena, y según indicó Miguel Astudillo, párroco de la comunidad, a diario los fieles y mujeres embarazadas se acercaron a pedir por la salud de la futura vida. En tanto que ayer, en honor al día de dicho santo, se llevaron a cabo los festejos en su honor que comenzaron a las 6 con la salva de bombas, para las 18 los feligreses se acercaron a la capilla, ubicada en el barrio Popular y realizaron una procesión en la zona.
En medio del encuentro se podían observar coches, embarazadas y hasta madres con niños que se acercaron a cumplir su promesa o a elevar un pedido de fe; y más de 200 embarazadas dejaron sus intenciones.
“Yo no podía quedar embarazada, perdí varios y tuve muchas complicaciones por ello. Pero luego de pedir varios años y creer finalmente quede embarazada y hoy sirvo en la iglesia porque fue un verdadero milagro”, comentó Fátima una de las cooperadoras.
Testimonios como este rebozaron en las pequeñas entrevistas y muchas mamás revelaban sus promesas cumplidas en las capas rojas que vestían sus hijos. “Mi hijo hoy ya tiene 2 añitos, pero todos los años vengo a renovar mi promesa porque nació completamente bien, por eso hoy lleva la capita”, explicó Silvia.
Algunas madres acompañaban a sus hijas embarazadas, revelando que se trata de una tradición hereditaria, “rezamos para que la bebe tenga un parto feliz” explicó Cristina una de las abuelas.
Por otra parte, el padre Astudillo resaltó la importancia de santo y dijo: “Siempre lo tenemos en cuenta por su patronazgo sobre la vida y aquellas personas que tienen dificultad para tener a sus niños. Pero fue mercenario que trabajó incansablemente por la libertad, hizo un trabajo increíble, fue perseguido, pero él comprometió su vida abrazado a Dios; es un ejemplo a seguir”.
Las celebraciones continuaron hasta las 20, hora en que monseñor Castagna brindó una misa y bendijo a todos los presentes.

Martes, 1 de septiembre de 2015