El padre Julián Zini dejó inaugurada la 26ª Fiesta Nacional del Chamamé con una oración que sonó a regaño. Alertó que la desgracia de las inundaciones en la Nación Chamamecera es producto del “desamor”.
Arrancó ayer la 26ª Fiesta Nacional del Chamamé y el padre Julián Zini peroró una oración en clave de amonestación. Reprendió a la Nación chamamecera y aseguró que la desgracia de las inundaciones “es fruto del desamor”. Abogó por una fiesta solidaria e imploró que tanta agua “nos haga ver mejor”.
En la tradicional bendición de la fiesta, Zini no se calló nada. En su recitado no hubo quien no resultara amonestado.
“De que sirven los anunciós/para que tanta explicación/si es la Corriente del Niño/si es mucho lo que llovió”.
En su plegaria, Zini fue crítico y reflexivo: “Además la Hermana agua/fue y es purificación/Agua del santo bautismo/que en la infancia nos lavó/puede lavarnos los ojos/y puede ayudarnos hoy/si queremos ver en serio cúal es nuestra situación”.
En sus versos imploró un cambio: “Ojalá que tanta agua/tanto río al por mayor/nos purifique los ojos/ la mente y el corazón/ y así como nos iguala/ al poriajhú y al señor/nos dé una mirada nueva/y una mejor comprensión”.
El pai fue crítico en cada una de sus líneas: “¿Quién inventó las represas/dónde y como se arregló?/¿Por qué se hicieron tan grandes?/¿Es en serio lo mejor para nuestro medio ambiente?/¿Qué fue de la previsión?/¿Quién mismo salió ganando?/¿Qué interés fue el que triunfó?”.
En otro de sus estrofas develó al responsable de la desgracia de la Nación chamamecera. “Padre Dios que no te canse/nuestra dolida oración/te pedimos que nos lave/el agua de tu perdón/ y nos ayude tu gracia/a encontrar la solución/a nuestra común desgracia/que es fruto del desamor”.
Fiel a su estilo, Zini verseó la receta para paliar la crisis. “Necesitamos abrirnos a un tiempo de conversión/que implica reconocernos como familia de Dios/tiempo de misericordia y necesario perdón/que nos vuelve solidarios y es fraterna compasión.
En sus últimas estrofas clamó a Dios. “Padre misericordioso/cariñoso y protector/enséñanos a cuidarnos/ y a desearnos lo mejor/a vencer la indiferencia/que nos impuso el confort/y a compartir la esperanza/ de hacer un tiempo mejor”.
Con una súplica en clave de regaño se inició la fiesta más importante de Corrientes, que durante 10 noches recibirá a los mejores artistas del Mercosur.
Pero no sólo talentos musiciales pasearon por el anfiteatro, el evento también reunirá a la clase dirigente de todo el país. Los versos del padre Julián Zini resonarán durante todas las lunas chamameceras, tal vez alguien tome nota.
(JAG)
Viernes, 15 de enero de 2016