En la antesala de un nuevo debut teatral, con "La noche del ángel" en el Picadero, el reconocido actor charló con el diario Crónica y reflexionó sobre la realidad de la Argentina y sus diferentes protagonistas: "El modelo político se puede recorrer y ampliar".
La tarde es agobiante y deja pocos respiros. Nos recibe en su departamento del piso octavo del edificio que se encuentra en la calle Austria, cerca de Peña, barrio de Palermo.
El hombre tiene todo un estilo y una dinámica en el mundo del espectáculo, con títulos memorables en todos los ámbitos, teatral, cinematográfico, televisivo. Es una figura emblemática, con fuertes posiciones tomadas desde lo ideológico, desde lo ético y lo social. Es un referente, se coincida plenamente o no en sus afirmaciones.
Federico Luppi está en la antesala de otro gran desafío. En esta oportunidad no solamente como actor, sino también como adaptador y director. En el teatro Picadero se podrá apreciar, los domingos y lunes, la obra “La noche del ángel”, del autor italiano Furio Bordón, en la que también participan la actriz y directora española Susana Hornos (pareja de Federico Luppi desde hace varios años) y el joven actor Nehuén Zapata.
Con equipo de mate, infaltable en cualquier reunión donde participe el intérprete, nos dice en el comienzo de la charla que “la obra tiene que ver con el mundo adulto y también de los chicos. Por otra parte, se aborda la cuestión del psicoanálisis, todo aquello que implica trabajo, conocimiento, angustia y resolución para no quedar pegado a ninguna dinámica y apostar al desafío de poder caminar uno solo, sin andadores”.
Luppi interpreta a un viejo actor de teatro, superado por un grado de intolerancia muy importante desde lo interno, semidecadente, que no acepta el paso del tiempo. Al llegar a su casa, su hija, psicoanalista, se generarán una serie de cruces entre ambos, donde lo existencial y lo médico serán elementos de permanente duelo. Sin embargo, el arribo de un paciente de la profesional generará impensadas situaciones y crisis.
“La obra plantea las cosas más acuciantes del ser humano. Ella es terapeuta y busca soluciones desde lo profesional, y el chico ha sido desde siempre una persona muy maltratada”, explicó.
Luppi sostiene en otro orden que “a medida que uno envejece, el trabajo del actor adquiere mayor relevancia. Es atractivo cómo uno siempre está sujeto al cambio y al desafío intelectual y a aceptar esos posibles cambios”.
En relación con la situación por el que atraviesa el país, Federico sostiene que “es rica, de gran desarrollo y complejidad. El modelo se puede recorrer y ampliar”.
Sobre el tema puntual de la presentación del canciller Héctor Timerman en la Cámara de Diputados sobre el tema Irán, Luppi expresó que “realmente no puedo creer los enormes esfuerzos que debieron hacer (Héctor) Timerman y (Miguel) Pichetto para aclarar situaciones. La pobreza intelectual que debieron enfrentar. Dios mío, si estos tipos fueran gobierno. Me horroriza pensar que la oposición pueda llegar a esa posición. Reitero, son los mismos tipos que siempre abogaron por el libre mercado, que hacen discursos patrióticos entre nación y traición, son los empleados de los grandes bancos internacionales, de las corporaciones. He escuchado cosas, de esta gente, realmente demenciales. Lo que hemos presenciado es una advertencia seria e inequívoca: si esta gente ganara están dispuesto a todo. Es importante que la población tome conciencia de este episodio, porque realmente la podemos pasar muy mal. Debido a ello es que tenemos que estar muy atentos, no hay que bajar la guardia”.
Sobre la gran crisis que experimenta España, país en el que Luppi estuvo radicado hace algunos años, el artista expresó que “ha llegado al punto de lo que llegan los neoliberales. En Europa el discurso de Berlusconi se hizo carne, con los lamentables resultados que están a la vista. Tanto la derecha como el supuesto progresismo en España han colaborado para esta enorme crisis. El tema ha sido robar en grande. Ahora hay que exorcizarla, como sea, los tiempos y las soluciones son cada vez más urgentes”.
“En Argentina esta gente (por la oposición) quiere hacer fuerte otra vez, a toda costa, la vigencia histórica de la derecha. Un país para cuatro tipos. Es todo lo mismo, desde Pino (Solanas) hasta (Oscar) Ahuad. ¿En que país quieren vivir? Realmente me atemoriza muchísimo”, cuestionó el actor.
Federico Luppi, toda una vida de convicciones. Batalló en dictaduras. Fue víctima de censuras y listas negras. No eludió la responsabilidad de los tiempos históricos. Tómelo o déjelo.
Lunes, 18 de febrero de 2013